En España existe esclavitud.
Entonces, ¿por qué no llamar a las cosas por su nombre también en los medios de comunicación?
Cualquier persona que está obligada a realizar un trabajo contra su voluntad, sin tener otra opción, y recibiendo poco o nada como contraprestación debería ser considerada una esclava. Más aún, si es considerada como una mercancía, un producto que se compra y se vende.
Pero, la sutileza del sistema implica que muchas personas no se consideren víctimas y que incluso acepten su situación sin prácticamente necesidad de cadenas o control físico. Pero el control existe y la amenaza también. .. son “cadenas invisibles”
La razón no es la oferta de personas, que por necesidad o deseo de migrar, se exponen al tráfico y a la trata. La verdadera razón es la demanda que promueve un enorme negocio para tratantes y proxenetas que genera grandes y rápidos beneficios sin demasiados riesgos.
Es cierto que, en los últimos años, la prensa ha ido prestando más atención a esta realidad, tratándola con mayor profundidad. Sin embargo, APRAMP cree que sigue siendo necesario que los medios de comunicación se aproximen al tema relacionando las causas y las consecuencias de este grave delito; y que ofrezcan información enfocada a incrementar la colaboración ciudadana y a fortalecer los derechos de las víctimas.
Es importante mostrar ejemplos positivos de personas que han sido capaces superar la situación de explotación, que han colaborado con la justicia con buenos resultados y que han contado con la colaboración de entidades especializadas. Asimismo, es conveniente enfatizar la necesidad de integración social, la posibilidad de recuperación y las oportunidades que ofrecen los recursos existentes. Mostrar historias esperanzadoras hará posible que otras víctimas reciban el mensaje, se identifiquen cómo víctimas de explotación y den el paso de solicitar ayuda.
Por todo eso, durante estas semanas, Marcela, Olga, Elisa, María, Loveth, Patricia, Andreea e Irina, supervivientes de la trata, valientes y fuertes mujeres nos han dado su testimonio… para mostrar que es posible volver a vivir, y que hay entidades como APRAMP que luchan con cada una de las mujeres y niñas para que recuperen su libertad y dignidad.
Estas auténticas heroínas han hecho una vez más una apuesta por la vida, una apuesta que invita a recuperar la esperanza, a volver a confiar… y a plantarle cara a la esclavitud… para que los ciudadanos conozcan por qué, cómo se produce y qué rostro tiene, para que puedan identificar un caso cuando se encuentren frente a él.
Muchas gracias Marcela, Olga, Elisa, María, Loveth, Patricia, Andreea e Irina… por vuestro coraje y valor, antes y ahora… Ojalá la sociedad se sienta apelada en su responsabilidad e invitada a actuar… a unir todos los esfuerzos para luchar #contralatrata