8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres: la voz de las supervivientes construye.

El 8 de marzo es una fecha clave para visibilizar la lucha diaria por los derechos de las mujeres, un día en el que millones de voces se alzan para exigir igualdad y justicia.

Naciones Unidas, con motivo de la celebración del 30º aniversario la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, hace un llamamiento a la acción en favor de todas las mujeres y niñas: “Igualdad de derechos. Igualdad de oportunidades. Igualdad de poder”. El 8 de marzo nos brinda la oportunidad de mostrar al mundo que queremos que se pase a la acción y que se cumpla lo dispuesto en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing.

Hoy en APRAMP revivimos el camino de resiliencia, dignidad y libertad de muchas mujeres que han sobrevivido a la trata y la explotación. Pero somos conscientes, como indican los datos de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que solo se identifica a un 1% de las víctimas de trata en el mundo. Por eso, ponemos en valor a todas y cada una de las supervivientes y el trabajo de muchas de ellas que son parte del equipo de APRAMP y que a diario ayudan a otras víctimas y luchan para conseguir una sociedad libre de violencias y explotación en todas sus formas. Con su trabajo y profesionalidad logramos que en 2024 las Unidades Móviles de APRAMP informaran y asesoraran a 8.422 personas y que 1.756 se convirtieran en usuarias directas de nuestro servicio integral. Con ellas pudimos actuar en 1.792 espacios, mayoritariamente pisos y descubrir 195 nuevos. Con su apoyo atendimos a 1.940 personas en nuestros centros de acogida y 1.221 iniciaron un itinerario para insertarse en el mercado laboral.

Las supervivientes nos recuerdan que aún hoy sigue habiendo miles de víctimas de trata y explotación en España y en el mundo, y que el 8 de marzo es mucho más que una fecha en el calendario: es el símbolo de la lucha por una vida libre de violencia, la reivindicación de derechos que han sido vulnerados y la oportunidad de seguir construyendo un futuro en el que todas las mujeres tengamos voz y oportunidades.

“Para mí, el 8 de marzo es saber que no estoy sola. Es la idea de que nos quitaron todo y nos quitaron hasta el miedo; es sentir que mi historia importa y que mi lucha es la de muchas”, comparte una de las mujeres que ha encontrado en APRAMP el apoyo para reconstruir su vida.

Hoy, 8 de marzo, en APRAMP reafirmamos nuestro compromiso para acompañar a quienes han sido silenciadas, facilitar su acceso a los derechos humanos y avanzar hacia una sociedad libre de violencia y explotación. Porque solo juntas, con cada historia, cada paso y cada voz, lograremos un mundo más justo y libre.