El 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, un momento para reflexionar sobre la importancia del bienestar emocional y psicológico, y que este 2024 subraya el vínculo esencial que existe entre la salud mental y el ámbito laboral. En APRAMP nos esforzamos para:
- Garantizar un lugar de trabajo seguro y saludable para todas las personas, un entorno laboral que apoye y proteja la salud mental de nuestro personal contratado, voluntario y en prácticas.
Por eso hemos integrado la igualdad y la no discriminación por cualquier causa (discapacidad, edad, identidad sexual, expresión de género, diversidad familiar, raza, etnicidad, religión, etc.) de manera transversal en las políticas y prácticas de gestión. El Sello de Excelencia, Innovación y Sostenibilidad modelo EFQM, que reconoce nuestra gestión y que constata que creamos un valor sostenible para los grupos de interés, especialmente el de personas se hace eco de estos esfuerzos pues, además de contar con el debido Plan de igualdad y el Protocolo de prevención y sanción del acoso sexual y por razón de sexo, tenemos nuestro propio Plan de conciliación que mejora las medidas recogidas en el convenio colectivo, un Plan de apoyo a las trabajadoras víctimas de violencia y un Plan anual de formación interna para fortalecer nuestra capacitación profesional y desarrollo personal.
Somos conscientes de la importancia de generar entornos seguros y saludables, donde se cuide y se hable de salud mental, sin tabúes ni prejuicios y por ello organizamos mensualmente sesiones grupales de apoyo a profesionales de la intervención social, especialmente a los equipos técnicos de los recursos de protección. Estas sesiones surgen por la importancia del cuidado emocional de las profesionales que acompañan a las mujeres, de la necesidad de dar sostén y dotar de un espacio de reflexión donde compartir experiencias y sentimientos personales, así como proporcionar recursos y herramientas que faciliten su trabajo y su cuidado. Por tanto, el fin último es ofrecer un lugar seguro donde poder compartir, escuchar a compañeras que se enfrentan a situaciones similares y obtener información práctica, constructiva y útil.
- Ofrecer recursos ad hoc para las supervivientes de trata y/o explotación de manera que se atienda su salud mental y emocional a la vez que se facilita su inserción en el mercado de trabajo mediante formación e inserción laboral porque la salud mental de las mujeres y niñas supervivientes de la trata y explotación sexual se ve profundamente afectada.
Las múltiples formas de violencia a las que están sometidas conducen a un deterioro progresivo de su salud, tanto física como mental, y los síntomas de salud mental a menudo persisten más tiempo que los problemas físicos, manifestándose en problemas psicológicos que son duraderos y a menudo simultáneos. Entre los síntomas más comunes entre las víctimas de trata se encuentran el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), la depresión (que puede incluir pensamientos suicidas e intentos autolíticos) y la ansiedad, además de problemas relacionados con el abuso de sustancias. La intensidad de estos síntomas varía según las experiencias individuales, tanto durante como antes de ser objeto de trata, y también depende de los mecanismos de afrontamiento que cada persona tiene disponibles.
Es fundamental considerar la experiencia de la trata en su totalidad, prestando atención no solo a lo vivido durante el proceso de trata, sino también a la historia previa, las necesidades y el contexto de cada superviviente. Un proceso de recuperación integral facilita y promueve la inserción sociolaboral de las supervivientes, permitiendo que cada una pueda reconstruir su vida y desarrollarse en la sociedad de manera activa libre de violencias.
La salud física de las supervivientes suele mejorar considerablemente una vez que han salido de la situación de trata, pero la mejora del bienestar emocional y los síntomas psicológicos es más lenta y menos marcada. Los síntomas más comunes relacionados con el trauma (TEPT) se presentan junto a una alta comorbilidad de síntomas depresivos, ansiosos, consumo de sustancias, problemas de conducta e ideación autolítica. El impacto de la trata perdura mucho después de que la situación de explotación haya cesado, reforzando las consecuencias por el hecho de que muchas víctimas se culpan a sí mismas por su explotación, lo que afecta su autoestima y su capacidad de recuperación.
Por ello, es esencial que las intervenciones psicológicas sean diseñadas considerando las características y complejidades únicas de esta población. La atención integral, abordando tanto las necesidades emocionales como las laborales, es clave para facilitar la reintegración en la sociedad y el mundo laboral.
En este Día Mundial de la Salud Mental, hacemos un llamado a priorizar la salud mental en todos los contextos, especialmente en el ámbito laboral, para garantizar todas las personas tengamos acceso a entornos de trabajo seguros, inclusivos y que fomenten nuestro bienestar. Así construiremos un futuro donde la salud mental sea una prioridad.
📺 El vídeo completo de la conversación entre las psicólogas del equipo del Área de Psicología en nuestro Canal de YouTube.