«Ninguna mujer ejerce libremente la prostitución», afirma Rocío Nieto, directora de APRAMP. Hay muchos factores que llevan a una mujer a vender su cuerpo, como la extorsión, la pobreza extrema o la crisis económica. Pero la solución a esto no pasa por regularizar su situación, sino por implementar «programas de protección y ayuda»